*Este post es una traducción del artículo original de The Guardian publicado en agosto de 2017 «Wow no cow: the swedish farmer using oats to make milk«

Una empresa sueca está ayudando al granjero a abandonar la ganadería y a reducir el impacto climático creando su propia marca de leche de avena.

Adam Arnesson, de 27 años, no es un productor de leche al uso. Para empezar, no tiene vacas. La primera foto que aparece en el reportaje de Tom Levitt para The Guardian es de Arnesson posando en su campo de avena.

Foto de Tom Levitt para The Guardian
Adam Anersson. ©Tom Levitt para The Guardian

Hasta el año 2016, toda esa avena iba destinada al consumo de animales; la vendía o la usaba para alimentar a las ovejas, cerdos y vacas que todavía cría en su granja orgánica en el condado de Örebro, en la zona central de Suecia.

Con el apoyo de la compañía sueca Oatly, esos cultivos están siendo ahora destinados a la producción de leche de avena, aprovechando el crecimiento del mercado de alternativas a los lácteos que se está registrando en todo el país (y en el resto del mundo).

Los animales aún suponen la mayor parte de los ingresos de la granja de 80 hectáreas que Anersson gestiona junto a sus padres. Pero él quiere que eso cambie.

«Lo natural para nosotros hubiera sido aumentar la cantidad de animales, pero yo no quiero una fábrica», explica. «El número de animales tiene que ser el emocionalmente correcto, que me permita conocer a cada uno de ellos».

En lugar de eso, Arnesson quiere cultivar más proteínas vegetales, como la avena, y venderlas para consumo humano en lugar de alimentar al ganado para producir carne y productos lácteos.

La ganadería y el consumo de carne representan el 14.5% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI). Junto con las emisiones de carbono causadas por la deforestación (para pastos o cultivos para alimentar a los animales), el sector ganadero es también la mayor fuente de metano (proveniente del ganado) relacionada con la actividad humana y de las emisiones de óxido nitroso (del fertilizante y el abono), dos gases de efecto invernadero particularmente potentes.

De seguir con la tendencia actual, para 2050 estaremos cosechando más cultivos para alimentar a los animales que a nosotros mismos. Incluso pequeños cambios para dar de comer a los humanos en lugar de al ganado con estos cultivos conducirían a aumentos significativos en la disponibilidad de alimentos.

La empresa Oatly se ha promocionado en gran medida haciendo público su compromiso de abordar esta problemática. Esto ha provocado controversia, y la firma ha sido incluso objeto de acciones legales por parte de un grupo sueco de productos lácteos por sus ataques directos contra el sector de la leche y sus derivados y las emisiones climáticas relacionadas con él.

Deja a las vacas, bebe leche de avena y salva el planeta, ha sido la esencia de su campaña de marketing, que incluye un vídeo promocional del CEO de la compañía, Toni Petersson, cantando «Wow, no cow» en un campo de avena.

Petersson afirma que la empresa está simplemente «diciéndole a la gente lo que la ciencia nos está revelando sobre la necesidad de consumir más alimentos basados en plantas».

Bebida avena sueca
Foto: Oatly

Por su parte, la agencia alimentaria sueca – a la vez que destaca el beneficio de los animales de pastoreo para producir un «rico paisaje agrícola» en el país – advierte a la gente de los peligros de consumir demasiados lácteos, a causa del impacto climático de las emisiones de gas metano provenientes de las vacas.

Sin embargo, Arnesson expone que muchos ganaderos en Suecia creen que Oatly está demonizando a los productores de lácteos.

«He tenido muchas discusiones en las redes sociales con otros ganaderos, por decir que lo que estaba haciendo Oatly podría brindar mejores oportunidades a nuestro sector», dice Arnesson, quien decidió ponerse en contacto con la compañía en 2015 para ver si podían ayudarle a hacer el cambio.

Para Oatly, el momento era ideal. La empresa compra su avena a un mayorista, ya que dice no tener la envergadura suficiente para molerla y procesarla ella misma, pero vio en Arnesson una oportunidad para demostrar cómo podía ayudar a los agricultores en transición hacia abandonar la ganadería.

A finales de 2016, Arnesson tenía su propia gama de una edición limitada de leche de avena marca Oatly, acompañada de una campaña de vídeo a nivel nacional.

«Muchos ganaderos tienen una mala imagen de nosotros, o quizás hasta nos odian», dice Cecilia Sjöholm, responsable de comunicación de Oatly. “Pero lo cierto es que estamos a favor de los granjeros». Petersson añade: “Queremos ser un catalizador. Queremos ayudar a los granjeros a dejar atrás a los animales y centrarse en la producción de plantas».

Hasta el momento, dice Arnesson, la hostilidad por colaborar con Oatly no ha sido tan grande por parte de sus vecinos. “Ha sido sorprendente, otros productores de leche han visitado mi tienda (de la granja) y les ha gustado la leche de avena. Uno vino y dijo que le gustaba la leche de vaca, pero la de avena también. Comer avena es una costumbre sueca. El enfado no es tan grande como parece en Facebook «.

La compañía ha jugado con el arraigo que tiene el consumo de avena en la dieta sueca al ponerle a la edición limitada de Arnesson el nombre «Gammeldags Hafvredryck» (bebida sueca de avena pasada de moda, que se obtenía de una variedad de avena menos común).

Después del primer año de producción de avena, un estudio realizado por investigadores de la Universidad Sueca de Ciencias Agrícolas reveló que la granja de Arnesson estaba produciendo el doble de calorías para el consumo humano por hectárea y había reducido a la mitad el impacto climático de cada caloría producida.

En la actualidad, Arnesson admite que cultivar la avena para leche solo es viable con el apoyo de Oatly. Pero con el crecimiento de la compañía, que produjo 28 millones de litros de leche de avena en 2016 y planea tener una capacidad de 100 millones para 2020, espera que eso cambie en un futuro próximo.

“No quiero sentirme orgulloso de tener un tractor o producir 10 toneladas de trigo o una cerda con 10 lechones, sino de alimentar y preservar el planeta – esa es una de las cosas importantes en cuyo cambio quiero estar involucrado como agricultor», dice Arnesson.

Oatly planea trabajar con otros tres agricultores para demostrar los beneficios ambientales de pasar de criar ganado a producir más cultivos. Pero Arnesson dice que los ganaderos necesitarán el apoyo del gobierno para poder hacerlo a gran escala.

«La conversión al cultivo de avena no será viable para todos y desde luego no para aquellos ganaderos con grandes granjas. Pero tenemos que empezar a hablar de la agricultura de una manera diferente; sobre las oportunidades y no solo sobre los problemas «, dice.

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