A estas alturas de la película ya hemos descubierto que las redes sociales son poderosas, y todo gran poder conlleva una enorme responsabilidad. Las redes sociales son simplemente un espejo del ser humano, maravillosas y terribles a la vez. Sacan lo mejor y lo peor de nosotros y algunos son capaces de cualquier cosa con tal de conseguir un like.
Para los activistas por los derechos de los animales, internet y las redes han sido una herramienta indispensable para difundir nuestro mensaje. Seguro que algunos de nuestros oyentes han descubierto la realidad de los animales gracias a ellas.
Pero hoy hablamos de un tipo de publicaciones en concreto, que seguro que reconocéis. Son esos vídeos «simpáticos», que se comparten a lo loco y se vuelven virales, en los que se ve a animales haciendo cosas graciosas, sorprendentes y divertidas.
Hemos analizado algunos de ellos pero, a modo de resumen, valga decir muchos de estos vídeos encierran realidades oscuras, e incluso crueles, de maltrato animal.
No solo las patadas y los golpes son maltrato. Invadir sus hábitats, estresarlos, asustarlos, ponerlos en una situación incómoda o límite, todas esas cosas son también abusos evitables.
¿Qué hacer? Ante la duda:
- No compartirlos
- Investigar
- Denunciar la publicación
- Comentar la realidad que esconden
- Compartir este podcast
Esta es la cruel realidad que esconden los vídeos más monos de internet:
https://hipertextual.com/2017/06/videos-monos-cruel
Maltrato animal vídeo pacarana:
https://www.elcomercio.com/tendencias/showerrat-video-viral-maltrato-pacarana.html
Ranas que hacen posturas de artes marciales:
https://heejennwei.blogspot.com/2013/08/pseudo-nature-photographers-of-indonesia.html