Hemos querido en esta ocasión hablar de gatos en Veganismo, el podcast porque ya les dedicamos hace unas semanas un episodio a los perros y creemos que la relación humano-gatuna es aún más compleja.

Descargar episodio 181 «Cosas de Gatos»

Tengo la impresión de que hay muy poquita gente que realmente comprende a los gatos y respeta su naturaleza. Pero antes de empezar, quiero hacer un agradecimiento a las gestoras y alimentadoras de colonias felinas y a esas protectoras que se dedican a cuidar del bienestar de los gatos. No nos podemos llegar a imaginar el trabajo que realizan, todos los días del año, haga frío o llueva, poniendo los medios de su bolsillo y sufriendo el desprecio o la indiferencia de buena parte de la sociedad.

Los gatos que viven en la calle son competencia municipal, es decir, del Ayuntamiento de cada ciudad y pueblo. Ellos son quienes tienen que velar por su salud y bienestar y, en demasiados casos (aunque vamos progresando en este sentido), no lo hacen.

Idiomas diferentes

Laura Trillo de Terapia Felina dice una frase que me encanta:

«Los gatos siempre tienen razón«.

El gato convive con los humanos desde hace unos 7.000 años, o incluso más. La relación ha pasado por diferentes etapas, desde los egipcios que los cuidaban y los adoraban, seguramente porque los gatos protegían las cosechas, hasta la Edad Media en donde se les consideró seres malignos, acompañantes de las brujas. De ahí tonterías tan arraigadas como que los gatos negros traen mala suerte.

Actualmente, los gatos están en todas partes, en nuestras ciudades y pueblos, y también en nuestros hogares. Sin embargo, si ya nos cuesta comprender a los perros, con los gatos es como si hablásemos idiomas totalmente diferentes.

Hay muchísimos comportamientos gatunos que se malinterpretan, creyendo incluso que son exactamente lo contrario de lo que significan.

Un ejemplo: el ronroneo. Diez de cada diez personas a las que preguntes, te dirán que el ronroneo es el sonido que hacen los gatos cuando están super a gusto. ¡Sí y NO! Un gato puede estar en el veterinario y ronroneando, ya que es una herramienta que usan para reducir el estrés. Con el ronroneo segregan endorfinas. Así que dependerá del gato y dependerá de la situación.

Otro ejemplo: frotar la cabeza contra una superficie o contra ti. Los felinos son territoriales y se sienten tranquilos en los lugares que desprenden su olor. Una manera de dejar su olor, a través de sus feromonas, es frotar el cuello y la cabeza contra los lugares. Otra forma es rascando con sus uñas. El gato no rasca para castigarte y destrozarte el sofá, rasca porque necesita limar sus uñas y también dejar sus feromonas. Es una actividad totalmente natural en los gatos. Nunca se les debe reñir por hacerla, sino darles alternativas válidas como rascadores hasta el techo y lugares de calidad para ellos.

Ché gato
Ché, cotilla y valiente

Individuos únicos

Cada gato es una personalidad única y jamás se debe generalizar con ellos. Lo que sí podemos decir es que son seres extremadamente sensibles. Parece que hay una gran parte de su carácter que es hereditaria, por eso se recomienda siempre adoptar gatos adultos, ya que puedes saber su carácter y si encaja con tu familia y tu estilo de vida. Por eso, y porque son los que lo tienen más difícil.

Hace unos días, en un folleto informativo de una marca de pienso, leía que los gatos son «la mascota perfecta, porque apenas requieren cuidados». ¿En serio? ¿En el 2020 y todavía estamos así?

Lo ideal es que el periodo de socialización lo hayan pasado con su madre y otros gatitos. El miedo y la timidez pueden ser genéticos. La agresividad en cambio puede deberse a una mala socialización. Si quieres bebés, ¡dos mejor que uno! Hay multitud de cosas que nosotros no podemos enseñarles y que aprenderán de su hermanitos o hermanitas. Su calidad de vida será mejor porque tendrán más estímulos, podrán acechar, perseguirse, medir sus fuerzas, ejercitarse, jugar…

Actualmente viven en mi casa Ché, un gato negro de unos 8 años que es como una pantera en miniatura, Luisa, una gata máscara de tortuga de aproximadamente la misma edad y Reina (en acogida), una anciana tuerta, ciega y sorda, recién rescatada de pasar casi 20 años en la calle en estado de semiabandono. Todos vinieron a mí, nunca los busqué activamente y cada uno es totalmente distinto de los demás, y también lo son sus necesidades.

Las vidas de los gatos

Estoy segura de que hay muchísimas personas que quieren, respetan y tratan a sus gatos lo mejor posible. Pero también sé que hay un desconocimiento enorme, y que las buenas intenciones no siempre son suficientes.

¿Cuántos de vosotros, compañeros de gatos, tenéis un rascador hasta el techo en donde vuestro gato se pueda subir y disfrutar? Pues ya estáis tardando :).

En el caso de los gatos, además, esos pequeños o grandes maltratos sutiles se produce en la intimidad, dentro de los hogares. Los perros salen a pasear y es más fácil que se detecte si algo anda mal. Millones de gatos no salen nunca, viven en confinamiento permanente y para siempre. Y aquí surge el primer dilema.

Vamos a distinguir cuatro tipos de vida gatuna:

  • Gatos caseros que viven en el interior: Por un lado, tienen asegurada la comida, el calorcito y la seguridad. Por otro, están en permanente cuarentena. Se dice que pueden vivir unos 15-20 años.
  • Gatos caseros con acceso al exterior: Los gatos que tienen acceso al exterior tienen una vida más rica en estímulos, pero están expuestos a muchísimos peligros: atropellos, caídas, accidentes, peleas, etc. La esperanza de vida disminuye muchísimo.
  • Gatos ferales: Son aquellos animales que, por genética o por falta de socialización, no pueden vivir en un hogar, o aún no lo han encontrado. Se habla de una esperanza de vida de 3-4 años.
  • Gatos en perreras (gateras): Normalmente son gatos domésticos abandonados y viven en una jaulita hasta que sean adoptados o, en el peor de los casos, hasta el fin de sus días.

¿Cuál de las cuatro vidas te gustaría vivir? Antes de responder, piensa un poco en tu momento vital. Si eres joven y con ganas de aventuras, seguramente te atraerá la de los gatos ferales. Pero ahora piensa en un niño, en tu abuela anciana, o en una persona enferma. La cosa ya no tiene tanta gracia, ¿verdad?

Reina
Reina pasó más de 15 años en la calle

Mitos sobre gatos

«Se buscan muy bien la vida en la calle»

Para nada. Los gatos callejeros pasan hambre, frío, miedo y enfermedad. Los gatos son frioleros, cualquiera que tenga gato lo habrá visto tomar el sol o incluso dormirse encima del radiador. Cuando se meten en los motores de los coches es porque están muertos de frío y buscan la fuente de calor.

Las colonias controladas de animales esterilizados con refugios para la lluvia y el frío son una buena alternativa, aunque no siempre, ya que dependerá del entorno y el vecindario y no para todos los gatos, ya que dependerá de la edad y el estado de salud.

«Son ariscos»

En absoluto, son gatos.

Uno de los míos acude a la llamada, me viene a buscar a la puerta cuando llego y se tumba encima de mí a tomar el sol. La anciana vieja y sorda duerme debajo de las sábanas, acurrucada entre mis brazos o detrás de mis rodillas, donde pille.

La chorrada de «son traicioneros» no me voy a molestar ni en comentarla porque, si estás leyendo este blog, no hace falta :).

«Les gusta estar solos»

He visto muchos memes durante la pandemia de coronavirus sobre gatos molestos porque el humano estaba todo el día en casa. Son graciosos, pero no hacen sino perpetuar estereotipos que no favorecen a los gatos.

El hecho es que a los gatos les encanta estar en la misma habitación que su familia. No les gustan nada las puertas cerradas y les encanta compartir espacio contigo. Cada uno en su sofá, o incluso encima de ti si hace frío.

Si viajas mucho o si trabajas muchas horas fuera de casa y vas a dejar a tu animal solo todo el día, quizás no seas el compañero perfecto para un gato.

Pequeños y grandes maltratos

En lo que se refiere a los gatos que están dentro del hogar, creo que el mayor problema que tienen es el aburrimiento.

Necesitan enriquecimiento ambiental y juego de calidad, y eso es difícil de obtenerlo de un humano.

Areneros sucios o inapropiados. Los gatos necesitan un arenero por cada uno de los gatos que haya en el hogar, como mínimo. El arenero tiene que ser abierto, bien ventilado, y tienen que poder darse cómodamente la vuelta en él. Hay que limpiarlo dos veces al día y cambiar la arena una vez por semana. Yo uso la más ecológica, que es aglomerante, vegetal y no viene en plástico.

Castigos por realizar actividades naturales y propias de su especie. Eso también lo conocemos en los perros. Los gatos no se adiestran (y, en mi opinión, los perros tampoco), los gatos se respetan. Algunos veterinarios siguen diciendo que les eches agua en la cara con un spray cuando hacen algo que no te gusta. Eso es una barbaridad.

Ni castigarle, ni gritarle. Si no te gustan las uñas, no tengas gato. Si tu gato está haciendo pis fuera del arenero, consulta a una especialista porque puede tener un problema físico o emocional. Si tu gato es joven y te muerde al jugar o te hace daño, puedes hacer un pequeño sonido agudo para mostrar que te ha lastimado y dejar de jugar en ese momento. Estas son las cosas que los gatos aprenden de sus hermanos y su madre.

Consulta con una persona experta y desconfía de cualquiera que te diga que le hagas daño a tu animal de cualquier forma, física o emocional.

Desunglar. Esta barbaridad es extirparle de forma quirúrgica las uñas a los gatos. Es una operación terrible en la que se les quita la última falange de cada dedo. Es de verdad el horror, tanto desde el punto de vista físico como emocional y actualmente está prohibida en España.

Luisa
Luisa, tímida y muy casera

Asustar: los gatos son felinos, animales extremadamente sensibles con unos sentidos mucho más desarrollados que los nuestros. Suelen estar siempre alerta. Durante un tiempo se pusieron de moda unos vídeos en los que se les ponía a los gatos un pepino y se grababa el salto que pegaban cuando lo veían. No tiene gracia, gentes. Ninguna. No lo hagáis a vuestros gatos, ni permitáis que nadie lo haga.

Manejo inadecuado: Especialmente en gatos bebes, pero también en adultos. No se les debe coger nunca si no quieren. Es estresante para ellos. Los niños no deberían cogerlos en brazos ni soltarlos desde las alturas. Si ellos quieren, subirán, porque pueden hacerlo. Dentro del manejo inadecuado está también jugar mal, de una forma agresiva, por ejemplo, que puede causar problemas en el futuro. Si quieres jugar con tu gato, infórmate de qué le gusta al gato, no a ti.

No dejarles estar con la familia humana. A los gatos no les gustan las puertas cerradas, y mucho menos si tú estás al otro lado. Si te molesta tu gato en la habitación, quizás hay que plantearse para qué tienes gato. Oye, que no pasa nada por no tener.

Veterinarios: La buena noticia es que hay algunos veterinarios que también son etólogos, como Adriana Mármol de la clínica Triavet. Pero la mayoría de ellos no saben de comportamiento animal. Es evidente que los veterinarios no pueden saber de todo, y habrá temas en los que sí te podrán ayudar, pero en muchos otros no.

Hay veterinarios que venden en su tienda collares de castigo y collares de descargas eléctricas, con eso os digo todo. Si un veterinario te aconseja algo que dañe a tu animal de cualquier manera, busca una segunda opinión.

Esterilización: El gato está formado a los 6 meses de edad. Aquí se puede remitir uno al capítulo 171 del podcast en el que hablamos sobre esterilización canina porque tenemos el mismo dilema desde el punto de vista filosófico, pero es que además los celos en gatos son mucho más continuados. En mi opinión, con la situación que tenemos en nuestro planeta, hay que esterilizar a los gatos sí o sí.

Gatita Violeta
Violeta estuvo con nosotras en acogida antes de encontrar un hogar para siempre con otro compañero gatuno

Los ecologistas que no querían a los gatos

No quiero dejar de tocar este dilema animalista y medioambiental, porque me parece de importancia para los que queremos respetar a todos los animales. Los gatos son cazadores y matan todo lo que pillan, roedores, aves, salamanquesas, murciélagos… Por ese motivo, los defensores de la fauna silvestre están muy combativos contra los gatos, que consideran una plaga.

Recientemente, una noticia de Nueva Zelanda contaba como un solo gato feral habría matado en una semana 102 murciélagos.

Los gatos cazan, aunque hayan comido. Es su instinto y la única manera de evitarlo es no dejarles salir, ni a la terraza. Es decir, mantenerlos en cautividad, lo que nos lleva al dilema que mencionábamos más arriba.

Aunque hay posturas que parecen irreconciliables y muchos insultos en las redes, yo estoy convencida de que ecologistas y animalistas tenemos más cosas en común de lo que creemos, y me parece que se puede construir desde ahí.

Es importantísimo tener la información y estudiar las posibilidades, que pasan por los programas CER de Captura, Esterilización y Retorno, para ir controlando la población de las colonias de gatos. Os recomiendo, en este sentido, el artículo «Diferencias reconciliables entre defensores de los gatos y defensores de la fauna salvaje«.

Gracias por haber llegado hasta aquí. Cuéntanos tus experiencias gatunas y si hay algo que te parezca que falta en este post. ¡Seguimos aprendiendo!

NOTAS

The Secret life of the cat:

Guía para entender al gato (FAADA y Laura Trillo):

 

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