Acabo de llegar de pasar el fin de semana en compañía de amigos en el hotel Casa Albets y me siento muy afortunada. Pero este post no trata solo de mi experiencia, que también, sino de contar por qué considero que el movimiento de derechos animales necesita más lugares como este.
Ser vegano ya no es suficiente
Seguro que lo habéis vivido, visitáis entusiasmadas un sitio, solo porque es vegano, deseando disfrutar de la experiencia. Sois un público entregado. Quizás vais acompañadas de amigos no veganos y estáis decididas a convencerles de que no es necesario renunciar a nada.
Pero no. Resulta que la experiencia os deja un poquito frías. La comida no es extraordinaria, o quizás está buena, pero el servicio es poco profesional o el lugar tiene un punto descuidado.
¿Os ha pasado?
Una masía que es un museo
Nada más llegar, Megan nos hizo una visita guiada por la casa, que lleva el nombre de su familia desde el siglo XI. Aprendimos cosas muy interesantes, como que el granero aislaba térmicamente más que la cubierta, y empezamos a mirar con otros ojos las escaleras, las pinturas de la pared o las fechas grabadas en los dinteles de las puertas.

Las creaciones del Chef Toni Rodríguez
En dos días, nos lo hemos zampado prácticamente todo. Decidimos quedarnos a comer el domingo porque el sábado por la noche no podíamos más, y no queríamos irnos dejando cosas sin probar.
Y ha valido la pena. Recomiendo especialmente la fondue de anacardos y el mollete, pero las alcachofas, el arroz y el tartar de aguacate también son una delicia.
¿Y qué decir de los postres? Probadlos todos, no os arrepentiréis.

Dan ganas de recomendárselo a TODO el mundo
De todos los huéspedes que había en la casa este fin de semana, solo unos pocos eran veganos. Hemos compartido ratos con una pareja cuyo hijo, él sí vegano, les había regalado un fin de semana romántico. Y estaban felices. No echaban nada de menos, todo lo contrario.
Soy consciente de que no todo el mundo puede permitirse hacer este tipo de escapadas. Para mí misma ha sido algo muy extraordinario. Precisamente por eso agradezco de corazón que se pongan en marcha proyectos con tanto mimo y tanto cuidado por el detalle. Lugares que puedes recomendar a cualquiera porque cubren las expectativas más exigentes.
Vegano y 100% ecológico
Los colchones, el relleno de las almohadas, la depuración de las aguas, todo es ecológico en Casa Albets. Eso lo convierte en un lugar único en nuestro país y prácticamente en Europa.
A ratos se te olvida que estás en un hotel vegano y, cuando te acuerdas, te da una especie de subidón. Y esa es la idea, que nadie eche de menos nada, o al menos nada que suponga sufrimiento y explotación animal.

Perros bienvenidos
Visitar la casa con tu compañero peludo hace que la experiencia sea completa. A pesar de su ancianidad, Nuna ha disfrutado, se ha agotado, se ha revolcado y ha descansado en Casa Albets.
Porque juntas estamos mejor, siempre.
